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jueves, 21 de noviembre de 2024

Sombras vaporosas acarician Saturno












Hoy hemos tenido un cole en la mañana para ver el sol y la verdad es que ha hecho un día estupendo. Uno de esos días que te acaban sacando una sonrisa y subiendo el ánimo. Con cierto grado de positividad me he puesto a organizar la tarea de la tarde, ayer fue un día intenso de viajes y emociones y hay mucha tarea pendiente por delante. Como no podía ser de otra manera estas tareas vienen con bastante urgencia y no puedo dormirme en los laureles.

 

Termino de comer, tras atender varias llamadas me pongo a enviar un email urgente y al terminar veo el mensaje de Ángel… ¡ostras, el tránsito de la sombra de Titán!

Menos mal que me lo ha recordado, y con el día que está haciendo tengo que hacer lo posible por intentar verlo.

 

Preparo todo y salgo con el coche directa al observatorio, parece que hoy tendré más suerte con el tiempo que la otra vez con el eclipse. Aunque el cielo está ahora algo brumoso y blanquecino al menos está casi despejado así que tengo que intentarlo y arriesgar.

 

Las condiciones apuntan a que no será una noche estable, pero… como dice un buen amigo: la aventura es la aventura. Y ya que estoy en el curro aprovecho para preparar los telescopios a la puesta de sol y dejarlos listos.

 

Este tránsito de la sombra no es el más favorable en latitud, pero desde luego si en hora y posición del planeta en el cielo, así que a ver qué pasa. Estoy con la mosca de que con eso de la sombra va ser muy rasante en la zona polar va a ser chungo de ver, no sé por qué, quizá por el ángulo, el brillo del planeta… Y eso no hace más que picarme más para intentarlo. He visto muchos de Júpiter, pero de Saturno no así que hay que tengo que ponerme las pilas.

Con la caída de la noche me pongo en marcha y saco el refractor 130, después el reflector Tedi que esto va en turnos de hueco, mientras lo hago noto que el ambiente comienza a cambiar y a ponerse feo, ya me entendéis, se levanta una brisa incómoda y notas que viene cargada de humedad. El cielo ya no esconde la bruma y aparecen nubes altas que emborronan su aspecto. Mal asunto. Pero seguiré adelante, arriesgo todo o nada, y si no hay suerte pues otra vez será.

Fausti termina algunas tareas en el ordenador y mientras esperamos a la hora del evento nos hacemos unos sándwiches para cenar. Tengo tantas ganas de que llegue el momento que ya no me concentro en nada, quiero que llegue la hora.



 

A eso de las 20:30 ya estoy en guardia subiendo la escalera del telescopio, renegando porque el viento arrecia y el cielo sigue con aspecto lechoso, definitivamente ha empeorado de nubes altas. Pinta un seeing malo y lo confirmo en cuanto pego el ojo en el ocular. Esto se tambalea mucho, me da que no va a ser fácil verlo, no se qué hacer si preguntar si alguien más lo está intentando o lo dejo y no molesto a estas horas…

Es inevitable acordarse de los compañeros.

 

Ya son menos cuarto y con el seeing en modo vibrador no consigo percibir nada en el limbo del planeta. Pruebo con varios oculares y nada. Con lo achatado que es, lo rasante que va a pasar la sombra como para enterarme de su presencia con tanto emborrone. Tengo la sensación de que Saturno está abombándose y latiendo como un corazón. Mal seeing, telescopio mal aclimatado… hoy tengo todos los boletos de la rifa.

 

Por un momento no sé qué hacer, si merecerá la pena seguir o desistir en este estado. Pero luego pensé: ¿y si tarda un poco más en notarse? ¿Y si hay un retardo en las horas del contacto como cuando el eclipse? En estos casos es mejor ser cabezón y armarse de moral porque siempre, siempre, merece la pena intentarlo. Subo de vez en cuando y compruebo si hay cambios.

 

Fausti sube también y comentamos lo feo que está el percal atmosférico hoy. ¿Ves algo tu? Le comento desde abajo, le indico la zona del tránsito ya que en el ordenador pasa por la parte sur y en el telescopio, con la inversión, queda arriba. Pero nada de nada.

Lo mismo para notar algo tengo que esperar a que esté más avanzado, por intentarlo… Sigo empeñada en probar suerte y entonces… ésta comienza a cambiar. En algunos momentos de estabilidad comienzo a notar algo, como si la continuidad del limbo estuviera rota. Como un bache en la curvatura del planeta. Na, no creo que… Se vuelve a emborronar…

Habrá sido un efecto óptico por tanta sacudida. Pero el caso es que a veces… en serio que a veces parece que veo algo, como un corte o trasquilón que no debía estar.

Me es difícil determinar cuento tiempo pasé intuyendo visualmente algo en el borde, el seeing no me dejaba ver con claridad. La estabilidad oscilaba apareciendo y desapareciendo cuando creía ver la sombra hasta que comenzó a ganar lo primero y ya no hubo duda.

¡Fausti, que lo veo! Que sí es… está ahí… Por fin, la sombra de Titán aparece, está jugando al escondite en el limbo borroso del planeta. Porque es un limbo gaseoso… para rematar el desafío.

Intercambiamos varias veces para confirmar que ambos lo vemos, que no son imaginaciones mías. Efectivamente, aparece y desaparece a la vista de los cuatro ojos. Confirmo con el reloj que son las 21:20 hora local, aunque lo intuía de antes.

 

Me impresionó mucho estos minutos siguientes, se mostraba como un mordisco en el limbo, a veces solo visible de manera indirecta y otras bien clara. Parecía una diminuta muesca sacada con una cuchara, no era redonda, sino ovalada como si la forma de la sombra estuviera estirada.

Y tardaba en avanzar, hasta el punto de hacerme dudar varias veces de que eso era lo que veía.

 

¿Será que va muy despacio? ¿quizá es una distorsión por estar tan cerca del polo? ¿no será más que un defecto por culpa del seeing? No puede ser, cuando está nítido lo veo claramente y es como si hubieran metido una cuchara para sacar un buen pegote de colacao…

Decido descansar la vista porque se me está tensando mucho de luchar contra la borrosidad cada vez que azota a la imagen. Bajo y camino un poco en círculos alrededor del telescopio.

Parece que no, pero mirar al infinito siempre relaja, y la plataforma del telescopio además de ser un circuito improvisado te ayuda a entrar en calor sin alejarte mucho.

 

Vuelvo a subir tras unos pocos minutos de paseo, y espero a que llegue otra oleada de estabilidad.

 

¡Ostras, confirmado! ya no está pegado al limbo.

 

Y… además… cuando se calma la imagen se aprecia la bola perfectamente redonda y más negra que el fondo del cielo… Parece incluso más pequeña que antes ahora que está algo más separada. Definitivamente el algodón no engaña, estaba viendo la entrada de la sombra y su tránsito por la región polar de Saturno. Malamente y los límites de la paciencia.

 

Tenía que compartirlo.

 

Era buena hora así que escribí un mensaje de whatsapp por si alguien más lo estaba intentando. Fue una grata sorpresa ver que sí, que Ángel estaba ahí también al pie del cañón con el ojo pegado al ocular tratando de verla. No tardó ni un minuto en contestar ¡qué sensación tan genial!

 

Eran las 21:50. Comentó que al principio le costaba, lo intuía con dudas ¡mardito seeing! pero finalmente le llegó una ventana estable de esas que te hace abrir los ojos como platos y flipar. Confirmó que lo había visto, estoy deseando leer su crónica.

 

Ahí estaba la sombra de Titán surfeando el limbo difuso del polo sur. Flipante, aunque difícil con el seeing de perros que teníamos.

Eso sí, cuando mejora la calidad aparece claramente como una diminuta mancha redonda, muy negra, que parece viajar rasante con el limbo vaporoso del planeta.

Tomé notas en un cuaderno de sucio, no es lo más adecuado, pero tiré de bolígrafo que era lo único que tenía a mano y comencé a apuntar y dibujar bocetos rápidos. Uno con la posición de las lunas y el anillo y la zona por la que transitaba la sombra con varias secuencias con el aspecto de la sombra (no se veía así de fácil, era unos segundos de nitidez lo que me permitía sacar el detalle, el resto eran borrones).

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Con el refractor 130 me costaba verlo, aunque era mucho más bella la imagen la forma de la sombra era más bien como una muesca mellada difícil de definir (le había puesto el ocular de 4,8mm Nagler mientras que en el reflector tenía el de 9mm (280x). Nada que ver con el reflector.

 

Cuando se estabilizaba el seeing el aspecto era precioso también en el Tedi, que la sombra esté tan rasante en el borde de la un aspecto casi fantasmagórico. Pensé que se apreciaría algo más separado, pero no, si no te fijas bien casi ni te enteras que la sombra de Titán está ahí camuflada.

 

A eso de las 22:25 la canica de oscuridad parece haber alcanzado una zona a medio camino, quizá el hecho estar tan perdido por el borde no permitía sentir bien su tamaño. Tengo ganas de ver otro tránsito de la sombra de esta luna, pero más al interior, no tan al límite. Quizá se pueda percibir su tamaño mejor en comparación, ahora juega mucho la visión indirecta. Toca esperar al 6 de diciembre.

 

Miro el reloj, son las 22:44 y ha avanzado hasta el limbo volviendo a estar en modo mordisco, ya no consigo ver la forma de bola. Quizá ha empezado a deformarse la sombra ahora que se acerca al final de nuevo. Se lo comento a Ángel y justo acaba de ponerme lo mismo en el mensaje ¡estamos viendo lo mismo!


Compartir observaciones en directo y coincidir en lo que vemos en la distancia sin escuchar su voz te crea unas conexiones brutales. Es genial… de verdad que no sé cómo describir estos momentos.

 

A las 22:50 ya dejo de verlo, el seeing ha empeorado muchísimo. Elevo la vista al cielo para descansar la mirada y me quedo un poco extrañada del cambio que veo con respecto a antes. El cielo está más blanco. Se lo comento a Ángel, y vuelvo a mirar y confirmo que está mucho más blanco casi lechoso y apagado, como si se borraran las estrellas…

Me doy la vuelta para moverme un poco y veo un fogonazo entre la caseta del telescopio, los árboles del fondo y el edificio principal. Tardo unos segundos en caer… 


¡Es la Luna! Ostras, pues si que ando despistada. Es la luna la que blanquea el cielo. Y está junto a Marte… ¡qué bonita conjunción!


Ha estado bien la experiencia, y ahora sobre mi cabeza se eleva Júpiter en lo alto a la vista de Saturno y Marte que le escoltan uno a cada lado.

Pues, aunque el cielo ha clareado ahora parece más nítido, como si hubiera mejorado. Me pregunta Fausti si quiero guardar el telescopio y le digo que no, que antes de despedir la noche quiero echar un ojo a Júpiter.

Voy al whatsapp para ponérselo y… me encuentro con que se me ha adelantado por dos minutos jajajaj. Dice en su mensaje: “voy a saludar a Júpiter” … ¡pues allí nos vemos!

 

Tardé un poco en contestar porque lo que vi me dejó alucinando. El seeing realmente había mejorado de golpe y los detalles en las bandas y zonas de Júpiter eran brutales.


¡Qué cantidad de detalles! Con el reflector de 77cm hacía que no disfrutaba de tantos detalles en planetaria. Parecía tener miles de líneas anaranjadas en paralelo que cubrían todo el disco hasta las regiones polares. 


Había flecos que conectaban varias bandas como mechones de plumas al viento, óvalos claros aparecían dentro de estructuras anaranjadas intercaladas con tonos ocres y crema. Y el ecuador… ¿qué color es ese? Es la primera vez que la zona central, justo entre las bandas ecuatoriales, la percibo con un tono gris ceniza oscuro. Quizá sea por el contraste entre zonas tan brillantes y los naranjas… Quizá ya estoy cansada...

 

Tengo que repetir. Tengo que volver y disfrutar de este espectáculo. Hacía mucho que no lo pasaba tan bien observando planetas. ❤️


Me quedo con la visión del disco de Saturno, la sombra del anillo y la banda de luz asalmonada que la acompaña.

Me quedo con el viaje de la sombra de Titán jugando al escondite.

Me quedo con la riqueza de Júpiter y sus miles de bandas y volutas juguetonas, donde casi se podía sentir los fuertes vientos girando en el lejano mundo.

Me quedo con los momentos compartidos.

Me quedo con la salida de la Luna acompañada de la mano de Marte, algo vergonzoso y azorado por llegar a estas horas en las que ya me pilla recogiendo… No te preocupes, pronto te haré una visita también, como te mereces.

Y gracias a  todos por estar ahí.

 

Leo 


La conjunción de la Luna y Marte capturada con el teléfono asomado a los prismáticos a las 23:20 horas.

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